Declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia en relación con la resolución del Consejo de la OTAN de iniciar el “diálogo intenso” con Georgia
Traducción no oficial del rus
El 21 de septiembre en Nueva York el Consejo de la OTAN al nivel de Cancilleres de los Estados miembros aprobó la resolución de iniciar el llamado "diálogo intenso" con Georgia.
En realidad ello significa que a Georgia se le concede un status cualitativamente nuevo en las relaciones con la OTAN. Se sabe que Tbilisi considera que este formato nuevo de la colaboración con la Alianza es un paso grande dado en la dirección de la adhesión de Georgia a la OTAN.
Es conocida nuestra actitud negativa hacia esto. La naturaleza de los nuevos riesgos y amenazas para la seguridad requiere esquemas nuevos de la colaboración internacional que la ampliación de lasa alianzas político-militares creadas en los años de la "guerra fría". Toda ampliación de la OTAN implica cambios sustanciales en materia de seguridad. Pero el caso de Georgia tiene un carácter especial en virtud de su proximidad geográfica a Rusia y la evidente complicación de los problemas caucásicos. El ingreso de Georgia en la actual OTAN no transformada, si esta intención se realice, tocará seriamente los intereses políticos, militares y económicos de Rusia y se reflejará negativamente en la frágil situación caucásica.
Además, la experiencia de las antiguas ampliaciones testimonia convincentemente que frecuentemente los países que ingresan en la Alianza intentan solucionar sus problemas bilaterales con nosotros a través de su incorporación en el contexto de las relaciones Rusia–OTAN. En lo que respecta a Georgia, podemos esperar una agravación aún mayor de las dificultades existentes y la sucesiva disminución sucesiva de las probabilidades de arreglarlas. Hemos explicado todo ello a Tbilisi oficial, pero el deseo de actuar contrariamente a los intereses de Rusia, a juzgar por todo, no cambia allí.
Suponemos que nuestros socios en la OTAN también deben pensarlo bien. Es bien predecible que la integración de Georgia en la Alianza empeorará aún más la percepción de la Alianza por la opinión pública rusa. Pues en Tbilisi no ocultan que quisieran en primer lugar endosar sus problemas relativos a Abjasia y Osetia del Sur sobre los hombros de Bruselas. En este caso, para muchos en Rusia la Alianza se asociará inevitablemente con las acciones de la actual dirección georgiana que tienen principalmente una orientación antirrusa.
La concesión a Georgia del diálogo intenso no es algo inesperado para nosotros. Confiamos en que la resolución de la OTAN sobre el particular, al menos, no estimule el rumbo de Tbilisi hacia la modificación de los formatos existentes de los procesos de negociaciones sobre el arreglo en Abjasia y Osetia del Sur ni el apuesto a los métodos de fuerza para solucionar los conflictos. Esperamos que la dirección georgiana no evalúe este paso dado por la Alianza como la incentivación de su retórica antirrusa.
22 de septiembre de 2006
