Entrevista concedida por el ministro ruso de asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, a la agencia de información ITAR-TASS para el capítulo 'Naciones Unidas, 70 años' de la serie de televisión 'Fórmula del poder'. Moscú, 14 de septiembre de 2015
Pregunta: ¿Qué tendrá de particular el período de sesiones de la ONU dedicado al 70º aniversario de la fundación de esta organización, además de ser conmemorativo: cuál será el formato, qué decisiones se planea tomar? ¿Qué espera de él usted personalmente?
Serguéi Lavrov: En primer lugar, la ONU es una organización que posee una legitimidad sin igual, el único mecanismo de cooperación internacional que se basa firmemente en el derecho internacional y abarca todos los ámbitos de la vida humana sin excepción: político, militar, de seguridad, de arreglo de conflictos, y el del desarrollo de la cooperación económica y humanitaria. Asimismo cumple otra función tan importante como la modernización del derecho internacional. Existe un comité especial que se encarga de hacerlo. El 70º aniversario de la fundación de Naciones Unidas es, sin duda, una fecha que obliga a reflexionar, no sólo sobre el camino recorrido y las lecciones que debemos de haber sacado durante estos decenios, también sobre el futuro. Las lecciones son evidentes para todo el mundo. La ONU nació sobre las ruinas aún calientes de la Segunda Guerra Mundial, la catástrofe más sangrienta en la historia de la humanidad, y no debe volver a pasar nada semejante. Esta fue la principal misión de la ONU, cuya fundación se fue promovida por los tres principales participantes del proceso, incluida la Unión Soviética. Una vez firmados los acuerdos de la disolución de la URSS en 1991, uno de los primeros y más importantes pasos de la diplomacia rusa fue anunciar que la Federación de Rusia era sucesora de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia con respecto a todos los compromisos derivados de la Carta de las Naciones Unidas. Nos respaldaron plenamente en esta decisión nuestros colegas de la Comunidad de Estados Independientes, que se estaba formando en aquel momento, y todos los miembros de la comunidad internacional. Por eso, nuestra situación ininterrumpida de miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU significa que Rusia es percibida como país fundador de la ONU.
El 70º aniversario está vinculado de forma indisoluble a las lecciones extraídas de la Segunda Guerra Mundial, a los esfuerzos que están aplicando la mayoría de los Estados para no permitir el renacimiento de la ideología inhumana del nazismo. Este será el tema de una resolución que es promovida anualmente por Rusia y decenas de coautores en la Asamblea General de la ONU: impedir la exaltación del nazismo, la aparición de nuevas formas de discriminación racial, xenofobia y otras ideologías antihumanas. Además de esto, el período de sesiones estará lleno de eventos. En vísperas de la discusión sobre las cuestiones políticas generales de vida mundial, en la que participarán los jefes de Estado, se celebrará la cumbre dedicada al desarrollo sostenible, en la cual se aprobará el nuevo programa para los próximos 15 años, hasta 2030, destinado a compaginar los esfuerzos internacionales para solucionar problemas en el ámbito económico y financiero con la búsqueda de soluciones sociales y ambientales. En septiembre Rusia asume la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad, y estamos preparando una reunión ministerial especial dedicada al análisis global de las amenazas terroristas que provienen de Oriente Próximo y África del Norte. Estoy convencido de que este tema centrará las discusiones en la Asamblea General de la ONU. Intentaremos marcar unas pautas durante la reunión del Consejo de Seguridad, también tomando en consideración la iniciativa del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre la creación de un frente unido contra las organizaciones terroristas como el Estado Islámico (EI) y la promoción simultánea de los procesos de paz en la región, en particular, en Siria.
Pregunta: La Carta de la Organización de las Naciones Unidas está firmada por el entonces canciller soviético, Andréi Gromiko, quien encabezó el Ministerio de Asuntos Exteriores durante casi 30 años. Usted empezó a trabajar en él y en la ONU mientras Andréi Gromiko era todavía titular. ¿Cuál fue su papel en la consolidación de esta Organización, en el fortalecimiento de los lazos entre nuestro país y la ONU? ¿Cómo contribuyeron la URSS y Rusia en reforzar y hacer cundir el prestigio de esta organización en el mundo?
Serguéi Lavrov: Creo que la URSS desempeñó un papel decisivo, junto a los estadounidenses y los británicos. Por cierto, la primera reunión de los cancilleres de la URSS, EEUU y Gran Bretaña donde se firmaron documentos relativos a la creación de una organización internacional tuvo lugar en otoño de 1943, en Moscú, en una de nuestras sedes. Entonces aún no existía este nombre, la ONU, pero se sentía la necesidad de crear una organización internacional una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial (entonces ya los Aliados no dudaban de que derrotarían a Hitler y otros países del Eje), que evitase la repetición de semejantes tragedias. La URSS promovió enérgicamente los principios de la Carta que hoy en día permanecen actuales: la igualdad de las partes, la soberanía de todos los Estados, el respeto del derecho de las naciones a la autodeterminación como el principio básico de la ONU y la obligación de los Estados de garantizar los derechos de los pueblos para evitar su discriminación. Este principio ha vuelto a cobrar actualidad. Entregamos el 29º instrumento de ratificación el día 24 de octubre. Fue el último que faltaba para que la Carta de la ONU entrase en vigor, por eso el 24 de octubre es también una fecha relacionada con la ratificación de este importantísimo documento por parte de la Unión Soviética. Posteriormente defendimos los principios clave de la Organización de las Naciones Unidas como la cultura del compromiso, la necesidad de hacer todo para que el Consejo de Seguridad de la ONU, en calidad de principal organismo responsable por asegurar la paz internacional, funcionara de forma colectiva, haciendo unir los esfuerzos. En este contexto me gustaría recalcar que el derecho a veto, tan criticado, en realidad es la principal herramienta de garantizar los contrapesos necesarios en cualquier sistema democrático. Otra cosa es que a veces se intente provocar situaciones de aplicación de veto con cínicos fines políticos, como sucedió varias veces cuando nuestros socios occidentales presentaban proyectos de resoluciones sin ningún sentido práctico, como la conmemoración de la masacre de Srebrenica. Con todo el respeto ante esta tragedia, el Consejo de Seguridad no debería tomar una de las partes recordando los conflictos de hace 20 años. Tampoco debería involucrarse en la investigación penal de la catástrofe del Boeing malasio. No voy a entrar en estos detalles. Lo importante es que el Consejo de Seguridad de la ONU conserva su viabilidad y todo lo necesario para seguir desempeñando el papel central en la solución de las crisis internacionales. El organismo en cuestión ya fue reformado aumentando el número de sus miembros de 11 a 15, ahora se habla de una nueva ampliación. Por nuestra parte, respaldamos este proceso. Creemos que los países emergentes de Asia, África y América Latina no tienen una representación justa en el Consejo de Seguridad, por eso apoyamos las solicitudes de adhesión en calidad de miembros permanentes de la India y Brasil. Consideramos que la presencia permanente del continente africano también deberá garantizarse del mismo modo ya que, reitero, la representación de los países emergentes en el Consejo de Seguridad no es suficiente, por lo cual también es insuficiente su papel en el trabajo de este organismo. Pero al mismo tiempo la reforma no deberá convertir el Consejo de Seguridad en un órgano no controlado, amorfo o inflado. La rapidez de su reacción es otro de los principios clave junto a la representación justa de todas las regiones y los centros del desarrollo mundial. Creo que unos veinte miembros, veinte y algo sería lo correcto.
No dejaré de lado otras líneas de trabajo de la ONU. Abogamos enérgicamente porque esta organización trabaje en el ámbito de la diplomacia preventiva. Ya hay acumulada una rica experiencia en pacificación, se dan procesos muy serios, algunas veces, en conflictos graves, las misiones de paz de la ONU han obtenido mandatos que prácticamente les conferían funciones de gobierno exterior en los ámbitos de las administraciones públicas, de la seguridad, de la orden pública, y esto comporta una gran responsabilidad. Como regla general, tales mandatos se aprueban tras prolongadas consultas con la participación de los países que destinen sus contingentes para la operación de paz. Es otra novedad en el funcionamiento del CSNU en el contexto de ampliación de su cooperación con los países que no lo integran. Me gustaría también resaltar la atención que presta la ONU a las tareas de apoyo de los países que salen de un conflicto, las llamadas actividades de construcción de la paz: esta idea comprende el envío de los especialistas en materia de administración civil y economía que continúen la labor de los contingentes de paz.
Pregunta: ¿Es otra institución de la ONU?
Serguéi Lavrov: Sí. Se crearon la Comisión y la Fundación para la Construcción de paz, es un órgano conjunto de la Asamblea General de la ONU y el Consejo Económico y Social (Ecosoc), otra novedad importante. Una de las más importantes líneas de trabajo de la ONU es la defensa de los derechos humanos. Hace unos años el órgano encargado del tema fue sometido a reforma y se creó el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La principal diferencia respecto al órgano anterior consiste en que su nuevo estatuto garantiza la igualdad de los países ya que exige que todos los Estados, sin excepción alguna, cada cierto tiempo rinda cuentas al Consejo de Seguridad sobre el cumplimiento de documentos universales que disponen observar los derechos humanos en cada Estado.
Rusia ya superó con éxito tal examen en dos ocasiones, recientemente se llevó a cabo en EEUU presentándose a Washington decenas de recomendaciones a las que responder. A diferencia del sistema anterior, cuando la antigua comisión de derechos humanos funcionaba sobre la base de unos principios espontáneos (por ejemplo, si había que criticar algún país, se le sacaba al "escenario" y se le leía la cartilla), ahora todos rinden informes periódicamente. Esto impone cierta disciplina, también a nuestros colegas occidentales que hasta hace poco pretendían ostentar la ejemplaridad en el ámbito de los derechos humanos, pero como bien se sabe, nadie es perfecto, tampoco ellos. Esta reformas ayudan a la ONU promover progresivamente los principios contenidos en su Carta e influir en las relaciones internacionales. Como un ejemplo más, mencionaré el documento que se aprobará en vísperas de los debates generales de la Asamblea General de la ONU, me refiero al documento sobre el desarrollo de la cooperación en el ámbito económico, financiero y humanitario, el programa del desarrollo sostenido hasta 2030. Pondrá unas bases que, estoy convencido de ello, deberán tomarse en consideración por los mecanismos que dirigen el Sistema Monetario Internacional: el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, mientras el Grupo de los Veinte, siendo una estructura informal, no podrá ignorar los principios universales del desarrollo de la economía mundial y el sector social aprobados por todos los Estados del planeta.
Pregunta: Acaba de mencionar una posible reforma del Consejo de Seguridad de la ONU. Francamente hablando, hace justo diez años fui yo el que tuvo el honor de hablar con usted en esta misma sala sobre este mismo tema. Y ya entonces usted habló de la posible reforma del CSNU y mencionó la posibilidad de que se ampliara al integrar los países de Asia, América Latina, incluso algunos países europeos. Recuerdo su broma sobre un representante de cierto país europeo que dijo que su Estado también quería formar parte del CSNU, ya que también había perdido la guerra. ¿Qué o quién impidió que esto pasara en los diez años transcurridos desde entonces? ¿Hasta qué punto se ha acercado a la recta final del proceso?
Serguéi Lavrov: Es más, si me lo hubiera preguntado hace 20 años, le habría contestado lo mismo, que el proceso de reforma ya estaba en marcha.
Pregunta: Es una pregunta capciosa, ya sabe usted.
Serguéi Lavrov: Creo que el proceso se puso en marcha en 1993 con la aprobación por la Asamblea General de la ONU de la resolución relativa al inicio de las consultas con el objetivo de conseguir un consenso acerca de la justa representación geográfica de las regiones en el Consejo de Seguridad en aras de aumentar su eficiencia.
Pregunta: ¿Se trataba de miembros permanentes del CSNU?
Serguéi Lavrov: No. Se trataba simplemente de la reforma del CSNU, incluida su posible ampliación. La cuestión está en qué condiciones se realiza la ampliación: de miembro permanente o no, o en ambas categorías. Es objeto de fuertes controversias. El proceso no puede ahora pasar a la recta final porque hay contradicciones irreconciliables entre estos dos grupos de países y no son viables los intentos de afirmar que es el quinteto de miembros permanentes el que no puede llegar a un acuerdo bloqueando el resultado.
El principal problema está en que existen dos posturas irreconciliables. Un grupo de países insiste en que sean creados nuevos puestos permanentes y el otro está rotundamente en contra y defendiendo el aumento de los puestos temporales.
Pregunta: Revele el secreto ¿qué países integran este segundo grupo? Porque, si bien entiendo, Rusia está en el primer grupo, que aboga por la ampliación.
Serguéi Lavrov: Ambos grupos buscan la ampliación. Sólo que el primero defiende que entre los puestos añadidos a los 15 existentes se incluyan membresías permanentes, mientras el segundo dice: "No, no vamos a crear más puestos permanentes, vamos a solucionar el problema aumentando el número de los miembros no permanentes del Consejo".
Pregunta: ¿Cuantitativamente?
Serguéi Lavrov: No. Ser "miembro permanente" significa que el Estado está permanentemente representado en el CSNU, como Rusia, EEUU, Gran Bretaña, China, Francia…
Pregunta: ¿Con derecho a veto?
Serguéi Lavrov: Como ya he dicho esta condición es buscada por la India y Brasil. Y les consideramos una competencia digna y fuerte. Esta condición es buscada también por Alemania y Japón. El "grupo de los cuatro" que consiguió consolidar un grupo importante que respalda sus pretensiones y declaraciones de vez en cuanto dice: "Vamos a votar". La Carta de la ONU prevé que este tipo de cuestiones de resuelven con dos terceras partes de los votos de los miembros de la Asamblea General de la ONU.
El otro grupo de los países, los Unidos por Consenso (según se hacen llamar) son Italia, México, los países escandinavos, España, varios países asiáticos incluidos Pakistán, Malasia, Indonesia y muchos países latinoamericanos. Creen que tener nuevos miembros permanentes no es una solución razonable porque sólo unos pocos países ocuparan sus escaños mientras los demás se elegirán con menor frecuencia en el CSNU porque habrá menos turnos rotatorios. Es una explicación simplificada de su postura. En cualquier caso, hace falta buscar un compromiso.
Nuestra postura consiste en que estamos dispuestos a apoyar cualquier decisión. No estoy de broma, lo digo en serio. Estamos a favor de que se añadan sólo escaños permanentes, o sólo los temporales, o de los dos tipos. Lo principal de nuestra postura es que se cumpla el mandato de la Asamblea General de la ONU con respecto a este trabajo que disponía que la decisión definitiva debe ser tomada por un amplio consenso, no por dos terceras partes de los votos. No estamos hablando de un consenso absoluto, tampoco fue exigido por la AG. Siempre puede haber uno o dos países que, por razones propias, no se unirán a la mayoría. Pero un amplio consenso nos son dos terceras partes. Y es necesario por una simple razón: si ahora votamos la ampliación del CSNU teniendo en cuenta que entre partidarios de tal reforma habrá miembros permanentes y temporales, y entre ellos obtendrán las dos terceras partes de los votos, será una decisión legítima desde el punto de vista de la Carta, pero una tercera parte de los países habrá votado en contra y se habrá quedado en minoría. Y no son países marginados, son Estados respetados, los llamados "países medianos" como Italia, España México, América Latina, Asia, que quedarán aislados injustamente. Ellos, como otros, desembolsan las respectivas cuotas al presupuesto de la ONU y las operaciones de paz. Los Estados escandinavos, que forman parte de este grupo, patrocinan un gran número de organizaciones humanitarias, como Unicef, por ejemplo. Para ellos, si el Consejo de Seguridad de la ONU se reforma en contra de su deseo de seguir buscando un compromiso y un consenso, este órgano "renovado" será menos legítimo que el actual.
Por eso muchos miembros sensatos de la comunidad internacional (Rusia entre ellos) apoyamos la necesidad de buscar un compromiso. Si existen posturas tan polarizadas vamos a encontrar algo que esté entremedias. Ya se han dado ideas de crear una tercera categoría de miembros que no sean ni permanentes, ni temporales, sino semipermanentes.
Pregunta: ¿Interinos?
Serguéi Lavrov: No, semipermanentes. Los miembros no permanentes del CSNU son elegidos por un mandato de dos años sin derecho a la reelección inmediata. Existe una propuesta para crear una nueva categoría de países miembros que sean elegidos para un plazo más largo: ocho años, o incluso algunos sugieren diez años con derecho a la reelección inmediata, lo cual, de hecho, significará que el candidato podría estar representado de manera permanente en el CSNU, en caso de que realizara un trabajo satisfactorio con sus socios. No digo que esta decisión haya que promoverla sin falta, sino que es un indicador de que las partes están pensando en cómo acercar posturas irreconciliables.
Pregunta: Su interés por los asuntos y problemas de la ONU debe de estar ligado al hecho de haber trabajado allí durante diez años encabezando la misión rusa. Comprendo que el embajador y, sobre todo, el representante permanente ante las Naciones Unidas cumplen las órdenes del centro, pero, aún así, es difícil de delimitar la zona de responsabilidad individual del embajador. ¿Hasta qué punto es libre de influir en ciertas decisiones? ¿Qué asuntos le costaron más noches en vela?
Serguéi Lavrov: Si uno se pone nervioso hasta no poder dormir, no podrá trabajar. En este trabajo es aconsejable ir desacostumbrándose a ponerte de los nervios, ya que lo más importante en él es la paciencia, la lógica, el control permanente de tus propias actitudes: si estás alegando argumentos certeros, si resultan acogidos con comprensión por el interlocutor. Tienes que escuchar atentamente al interlocutor buscando en sus palabras y pensamientos posibilidades para acercar las posturas para promover las tuyas o para tomar en consideración las suyas si eso no va en contra de tus intereses.
El embajador es, desde luego, un representante del presidente. La política exterior viene determinada por el presidente. En cuanto a nuestros embajadores en Estados concretos o los representantes permanentes ante la ONU, la OSCE, el Consejo de Europa y otras organizaciones internacionales, todos reciben instrucciones antes de marchar con su misión. Estas instrucciones son aprobadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores a tenor de los principios y las prioridades de la política exterior, definidos por el presidente en el Concepto de Política Exterior de la Federación de Rusia y en otros documentos doctrinales. Son, sin duda, las bases de nuestro trabajo, y el embajador tiene la obligación de volver constantemente a ellas. Pero es tan cierto como que ningún documento es capaz de prever todas las situaciones, y esto se da con bastante frecuencia. Para esto el embajador se ve revestido de facultades extraordinarias, para esto debe tener una experiencia y una perspicacia suficientes, incluso pericia, si se quiere, para en cualquier coyuntura "casar" las situaciones más inesperadas con los principios básicos que debe defender en un Estado o una organización.
En cuanto a mi caso, no me acuerdo ahora de todos los detalles. Pero muchas veces, cuando se realizan las reuniones extraordinarias, cuando en Moscú es de noche, te piden que llames al centro y tú te niegas alegando tus propias facultades. Lo más importante aquí es ver claramente los límites de lo posible, porque cuando te das cuenta de que se trata de los intereses prioritarios de nuestro país, ya no puedes flojear, y es en estas situaciones cuando se recurre al derecho de veto.
Una vez tuve que enfrentarme a un problema totalmente imprevisible. Eran mediados de los 90, acababa de llegar a Nueva York, llevaba allí un año, año y medio… Por aquel entonces, los inmigrantes cubanos del Estado de Florida sobrevolaban de vez en cuando en avionetas la isla de Cuba para esparcir folletos sobre su territorio, violando de esta manera el espacio aéreo cubano. Los cubanos no dejaban de protestar, escribían notas, advertían que la próxima vez recurrirían a medidas físicas contra los infractores del espacio aéreo del Estado soberano. Y realmente derribaron una avioneta. En Moscú era plena noche. La representante permanente de EEUU ante Naciones Unidas, Madeleine Albright, reunió urgentemente al Consejo de Seguridad y exigió condenar, en términos muy duros, el "atentado terrorista" perpetrado por el gobierno de Cuba. Mis colegas y yo, junto con nuestros colegas chinos y otros miembros del CSNU, representantes de los países emergentes, insistíamos en que la declaración con respecto al incidente fuera moderada, que no adelantara los resultados de la investigación, que no contuviera acusaciones infundadas. Al final conseguimos redactar un texto que posteriormente fue celebrado incluso por el gobierno cubano. Se me quedó grabado aquel duro trabajo de muchas horas seguidas. Madeleine Albright quería llamar a Washington, pero conseguimos convencerla.
Pregunta: Todo el mundo conoce el emblema del Consejo de Seguridad, pero al lado de su sede principal hay una pequeña sala, que se llama, según usted me dijo, "la sala rusa", donde se toman las decisiones más relevantes.
Serguéi Lavrov: Así es.
Pregunta: ¿Qué función tiene esta sala?
Serguéi Lavrov: Sí, esta sala fue diseñada desde el principio por los arquitectos soviéticos que, junto con sus colegas de otros países, participaron en la construcción de la sede de las Naciones Unidas. Se llama la "sala de consultas".
Pregunta: ¿Para los miembros del Consejo de Seguridad?
Serguéi Lavrov: Sí. Cuenta con un sillón para cada uno de los representantes permanentes, que, por cierto, están colocados mucho más cerca que en la sala principal, la de reuniones oficiales. Por detrás del respaldo del sillón del representante permanente se encuentran dos más, para sus ayudantes. Y unos sillones colocados a lo largo de la pared. Es decir, está pensada para dar cabida como mucho a cuatro miembros de cada delegación. La salita es pequeña y compacta.
Me acuerdo de una anécdota al respecto. Cuando y empezaba a trabajar como representante permanente, se planeaba realizar unas obras de rehabilitación de la sede. Los miembros del Consejo de Seguridad fueron preguntados si querían que se ampliara su sala de consultas para unas diez personas uniéndola con un pequeño vestíbulo con sofás y televisor, donde se podía tomar un café y descansar. Uno de los miembros (no quiero revelar quién fue, pero no el embajador ruso) dijo: "No, señores, no vayamos a mover la pared ampliando la estancia porque en cuanto lo hagamos surgirá la tentación de promover más activamente la ampliación del consejo, ya que habrá espacio". Claro que fue una broma…
Pregunta: Ya veo porque no avanzan las reformas del consejo de seguridad de la ONU…
Serguéi Lavrov: En el CSNU trabajan muchas personas con buen sentido del humor, es muy necesario en este trabajo.
Pregunta: Por cierto, uno de ellos, creo, es el actual secretario general Ban Ki-moon. Es una persona que sonríe siempre, pero, en cualquier caso, en breve tendrá que abandonar el cargo. ¿La cancillería rusa tiene algunas prioridades en cuanto al candidato para el próximo secretario general de la ONU? En una de las entrevistas Ban Ki-moon sugirió que desde hace mucho se espera ver a una mujer en el cargo. ¿Le parece realista?
Serguéi Lavrov: No sé quién espera ver a una mujer…
Pregunta: Lo dijo Ban Ki-moon.
Serguéi Lavrov: Tal vez, pero el tema del género no puede prevalecer en este tipo de cuestiones. Por cierto, entre las reformas realizadas en la ONU está la creación de una entidad híbrida llamada "ONU mujeres" que reúne a los representantes de gobiernos y organizaciones no gubernamentales. Se dedica a defender los derechos de la mujer en la familia, la igualdad de género, los derechos de mujeres y niños en diferentes situaciones, en las zonas de conflicto y muchas otras cosas. Es un tema importante, que debe ser promovido, sin lugar a dudas.
Pero cuando se trata del secretario general de la ONU, tenemos que atenernos a los criterios de profesionalismo y experiencia. Dada la amplia y diversificada estructura de la organización, es complicado sentarse en este sillón sin conocerla detalladamente. Por supuesto, debería ser tenidas en cuenta los principios de la universalidad de la ONU, debería de haber rotación, aunque esto no está previsto en la Carta. Sólo determina que el secretario general, siendo el principal funcionario administrativo, debe asegurar el funcionamiento de la organización, tiene derecho a realizar consultas con los dirigentes de las entidades intergubernamentales de la ONU y presentar sus ideas al Consejo de Seguridad. Son unas competencias muy amplias que brindan una libertad de acción suficiente. Hablando del tema, no estaría de más aumentar la transparencia del funcionamiento de la Secretaría obligándola a rendir cuentas ante los organismos intergubernamentales. Entiendo que hay cosas confidenciales pero no debería tener secretos ante el Consejo de Seguridad, por lo menos.
En cuanto a la elección del nuevo secretario general de la ONU, me gustaría recalcar que tenemos muchísimo respeto por Ban Ki-moon, tenemos unas buenas relaciones, visitó Rusia en múltiples ocasiones y se encontró muchas veces con el presidente ruso, Vladimir Putin. Pero el próximo año finaliza su segundo mandato y de acuerdo con la Carta de la ONU, no podrá presentarse a la reelección. Nos enfrentamos a la pregunta de cómo garantizar la universalidad y la justicia en cuanto a la procedencia geográfica de los dirigentes de la Secretaría. Este cargo ya lo ocuparon en repetidas ocasiones los representantes de Europa Occidental, Asia, continente africano (Butros Ghali y Kofi Annan) y América Latina. Pero nunca representantes del grupo regional de Europa del Este que forma parte de la ONU desde la época soviética.
En su momento se crearon cinco grupos de países: asiático, latinoamericano, africano, Europa Occidental (incluidos EEUU, Australia y Nueva Zelanda) y Europa Oriental. Estos grupos no fueron pensados para fines políticos sino para hacer más eficaz y racional el proceso de elección de la composición de las entidades de la ONU. Por ejemplo, para el Consejo Económico y Social se eligen 54 miembros. El Consejo de Derechos Humanos lo integran menos países de los que a todos nos gustaría, no es un ejemplo de la representación universal. Hay muchos organismos a los que se eligen miembros de la Organización de las Naciones Unidas. Para que todas las regiones quedan representantes de forma más o menos homogénea se crearon dichos grupos que acuerdan entre ellos a los candidatos, también en el CSNU, Ecosoc, CDH, etc. Cuando la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia dejaron de existir, el grupo de Europa Oriental persistió ya que no tenía carácter político y es imprescindible para la organización de las elecciones internas de la ONU.
Los países de este grupo, independientemente de su membresía en la OTAN, llegamos a un consenso y firmamos una carta entregada a todos los demás miembros de la ONU en la que expresamos nuestra convicción de que el próximo secretario general de la ONU deberá ser representante de un país de Europa del Este. Por ahora hay 10 candidatos (entre ellos algunas mujeres) por países concretos. El grupo difícilmente se pondrá de acuerdo pero el procedimiento de elección del secretario general de la ONU es bastante flexible. No descarto que el grupo de Europa Oriental presente a la Asamblea General de la ONU a varios candidatos. Quizás durante las consultas previas algunos de estos diez pretendientes se queden atrás pero seguro que al final habrá más de uno. No veo nada malo en que la Asamblea General tenga que elegir entre una lista de nombres.
Pregunta: ¿No es necesario el consenso del CSNU?
Serguéi Lavrov: Sí, es obligatorio. En primer lugar, la lista se presenta al examen del CSNU, que tiene sus propios métodos de trabajo, que realiza, por ejemplo, una votación a ciegas, para que nadie sepa cómo se distribuyen los votos, pero quede claro cuál de los candidatos reúne los necesarios nueve votos, etc. Pero en la situación actual el resultado más probable del examen del Consejo de Seguridad será la presentación ante la Asamblea General de la ONU de varios candidatos.
Pregunta: ¿Allí deberá reunir la mayoría de los votos o dos terceras partes?
Serguéi Lavrov: Siempre se ha presentado un candidato ya que el CSNU hacía de filtro a través de los procedimientos mencionados. Esta vez, conociendo a los pretendientes, no veo la manera de dejar a uno sin ofender a otros candidatos no menos dignos.
Pregunta: Estamos conversando en el museo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, que es una institución singular. ¿Cree que en otros países existen museos como éste?
Serguéi Lavrov: Seguro que sí.
Pregunta: Pero también estoy seguro de que no se encuentra allí lo que acabo de encontrar aquí.
Serguéi Lavrov: No se lo lleve, por favor, cuando se vaya a marchar.
Pregunta: Es la selección de poesías de diplomáticos soviéticos y rusos. Incluidas las de usted, que es muy revelador en un ministro. Aquí viene su fotografía, donde aparece mucho más joven, sin canas. Y la poesía que escribió cuando ya trabajaba en la ONU. Ya que hablamos del programa especial de sesiones de la ONU, con motivo de su 70 aniversario, supongo que su trabajo allí durante diez años fue lo que le inspiró, entre otras cosas, para la creación poética. Las primeras líneas de este verso de aquella época están dedicadas a su Alma Máter, el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú:
"Nacimos en el seno de este gran instituto,
La más hermosa dinastía terrenal.
Ha unido un sinfín de generaciones,
Concédale Dios prosperidad y larga vida".
Serguéi Lavrov: Sí, así es. Ahora esta poesía es himno de este centro que se canta el 1 de septiembre, el día de inicio de las clases. Me resulta muy grato, pero no tuve nada que ver con esta decisión, la tomó el rector.
Pregunta: Del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú se escribió mucho en los informes, notas y tesis, pero en versos nadie lo hizo mejor que usted. Le recordaré otras líneas suyas:
"Nos pusiste a prueba
De gloria, de pena, de riqueza.
Nos enseñó a no cansarnos de la vida
Y a conservar la hermandad estudiantil…"
Sé que usted la sigue conservando durante toda la vida. Muchas gracias, señor Lavrov.
Serguéi Lavrov: Gracias a usted.