09:27

Entrevista concedida por Grigori Karasin, Secretario de Estado/ Viceministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, a la Agencia “Interfax” y dedicada a los resultados de la reunión de la Subcomisión para la Flota del Mar Negro de la Federación de Rusia y su Estancia en Territorio de Ucrania

215-17-02-2006

Traducción no oficial del ruso

Pregunta: Estimado señor Karasin, el 14 de febrero usted encabezó la delegación rusa en la primera reunión del nuevo organismo interestatal para las cuestiones de la estancia de la Flota del Mar Negro en Ucrania.

En vísperas de ello en Kíev se oían las declaraciones de la necesidad de subir en muchas veces el arrendamiento por la estancia de la Flota y de que la Flota del Mar Negro ya ahora comenzara los preparativos para abandonar Sebastopol después de 2017. Así que la situación no fue sencilla. їCon qué fines y con qué mandato de dirigió usted a las negociaciones?

Respuesta: Empezaré por que la Subcomisión para la Flota del Mar Negro de la Federación de Rusia y su Estancia en Territorio de Ucrania es parte integrante de la "gran" Comisión Interestatal Ruso-Ucraniana. La propia Comisión fue instituida a finales del año pasado, y la encabezaron los Presidentes de los dos países. Es decir, nuestro encuentro de hecho dio inicio al trabajo del mecanismo principal de las relaciones ruso-ucranianas.

El propio hecho de la reunión de la Subcomisión para la Flota del Mar Negro fue la primera testimonia la importancia de este temario para Rusia y para el desarrollo del conjunto de vínculos ruso-ucranianos.

Recordaré que en 1997 Rusia y Ucrania firmaron los llamados Convenios Básicos d la Flota del Mar Negro. Basándose en ellos la Flota del Mar Negro de la URSS fue dividida, fueron determinadas las condiciones de la estancia de la Flota del Mar Negro de la Federación de Rusia en territorio de Ucrania y del arriendo de los terrenos correspondientes y las instalaciones ubicadas allí y fue acordado el procedimiento del ajuste de cuentas recíprocas. Estos Convenios despejaron el camino para firmar el nuevo Tratado político entre Rusia y Ucrania, que sentó la base de las relaciones de buena vecindad y cooperación.

Los Convenios Básicos pasaron la prueba del tiempo, y carece de perspectiva y responsabilidad hablar de su revisión. Ello concierne tanto al plazo de la estancia de la Flota del Mar Negro en territorio de Ucrania como al tamaño del arrendamiento.

El objetivo de la Subcomisión consiste en hallar la solución a los problemas prácticos del funcionamiento de la Flota del Mar Negro. La falta de solución proporciona pretextos para embates emocionales que crean nerviosidad en torno a la estancia de nuestros marineros militares en Crimea.

Nos planteábamos el objetivo de discutir todo el conjunto de problemas acumulados apoyándonos en los Convenios Básicos y elaborar el mecanismo de su solución sobre la base profesional, sin politización ni emociones. Ello importa no sólo para la Flota del Mar Negro sino también para las relaciones ruso-ucranianas en general.

Estamos convencidos de que el funcionamiento normal de la Flota del Mar Negro rusa y su interacción con los marineros ucranianos con fines de la seguridad en la región del mar Negro deben ser eslabón de enlace entre Rusia y Ucrania y factor de consolidación de las relaciones de buena vecindad.

Pregunta: їConsiguió la delegación rusa cumplir esos mandatos?

Respuesta: Parece que se dio un buen inicio a este trabajo. Logramos trasladar las cuestiones prácticas al campo legal. Trataremos de resolver los problemas basándose en el respeto mutuo, tal como lo deben hacer dos países cercanos.

Hemos sentido que en Kíev también piensan seriamente en esto.

Pregunta: Cuente con más detalles de las cuestiones que se discutían en Kíev.

Respuesta: Esas cuestiones pueden ser divididas en tres grupos: las político-militares, las patrimoniales y las humanitarias.

En el conjunto de las cuestiones político-militares para Rusia son prioritarios los temas de la renovación técnica de la Flota del Mar Negro, sin ello la Flota simplemente no podrá cumplir con sus tareas. Los Convenios Básicos permiten a Rusia, dentro de ciertos límites cuantitativos, cambiar la composición de la Flota una vez al año informando a Ucrania de ello. En particular, se discutía sobre el propio mecanismo del cambio.

Entre las cuestiones prioritarias para Rusia figura asimismo el acuerdo de los parámetros de las acciones de la Flota del Mar Negro desde el territorio de Ucrania en las situaciones de crisis. Es sobre todo importante debido a la creciente participación de la Flota en la cooperación militar internacional, especialmente en el contexto de la resistencia al terrorismo internacional.

En el transcurso de las negociaciones la parte ucraniana presentó el proyecto de convenio sobre el particular. Lo estudiaremos y transmitiremos a Kíev nuestros razonamientos.

Hablando de las cuestiones patrimoniales me refiero sobre todo a la necesidad de arreglar definitivamente lo que está relacionado con la repartición de la Flota del Mar Negro de la URSS entre Rusia y Ucrania. Los Convenios pertinentes fueron firmados hace nueve años, pero hasta la fecha se detectan lagunas. Queremos eliminar los elementos incompletos e indeterminados.

Lamentablemente el problema que, al parecer, debe ser objeto de los profesionales, se convirtió en objeto de las especulaciones, además, frecuentemente con el intríngulis político. En el espacio informativo resultaron echadas las afirmaciones de que la Flota del Mar Negro supuestamente se aprovecha ilegalmente de centenas de hectáreas de terrenos en Sebastopol y de los ingresos astronómicos de la Flota provenientes del subarriendo.

Al final de los preparativos para la reunión de la Subcomisión y en la propia reunión intentábamos aclarar en qué se basan esas afirmaciones. La verificación de los datos presentados por la parte ucraniana demostró que en realidad nuestros colegas no tienen ideas precisas sobre el particular. La parte rusa tampoco entiende todo. Por ejemplo, a juzgar por el texto de los Convenios Básicos, Rusia toma en arriendo a Ucrania para las necesidades de la Flota del Mar Negro 4591 instalaciones, pero de hecho, según nuestros cálculos, la Flota posee y utiliza 4512 instalaciones. Resulta que 79 instalaciones por las que Rusia paga el arrendamiento quedan en posesión de Ucrania. Hay que aclararlo. Hemos pedido a la parte ucraniana realizar el trabajo de peritaje necesario y no apresurarse a hacer declaraciones públicas.

Pregunta: їY qué pasa con el subarriendo del cual habló tanto la parte ucraniana?

Respuesta: Aclaramos también este tema. Ante todo, la Flota del Mar Negro existía, claro está, no porque daba en arriendo sus locales. Tal como informa el Mando de la Flota del Mar Negro, se expedían los permisos del subarriendo, entre otras cosas, en beneficio del desarrollo social y económico y la ocupación de la población en las bases de la Flota. La cuestión fue acordada con los organismos gubernamentales de Ucrania y con las autoridades locales. El arrendamiento se calculaba basándose en la metodología aprobada por el Gobierno de Ucrania. Los presupuestos locales recibían impuestos. A finales de 2005 estaban vigentes 139 contratos de subarriendo, y, a propósito sea dicho, los tribunales ucranianos comenzaron a confirmar su carácter lícito. Sin embargo, puesto que la práctica del subarriendo no le convenía a la parte ucraniana, el Mando de la Flota del Mar Negro dio inicio al trabajo para rescindir los contratos de subarriendo.

Finalmente, las cuestiones humanitarias. También las consideramos prioritarias. La Flota no sólo son naves y amarraderos sino también, en primer lugar, las personas vivas. Importa si se sienten confortables.

En este campo, efectivamente, se han acumulado no pocos problemas, por ejemplo, el problema de la ciudadanía doble. En la Flota del Mar Negro surgen dificultades determinadas también debido a la legislación ucraniana sobre la estancia de los extranjeros en el territorio de Ucrania. Se puede proseguir con los problemas.

Partiendo de esto, hemos propuesto a los colegas ucranianos una solución integral: concertar el Acuerdo especial de la situación de los militares de la Flota del Mar Negro en el territorio de Ucrania. Rusia tiene semejantes acuerdos con varios países de la CEI, y esos documentos sirven de buen instrumento legal.

También hemos propuesto regresar a redactar el Convenio del arreglo de las cuestiones relativas a la jurisdicción y la prestación de la ayuda jurídica para las causas penales. Pendamos que la suscripción de este documento podrá contribuir a la consolidación de la situación legal de los marineros rusos y sus familiares en Ucrania, y, a la vez, eliminará los problemas relativos a las actividades de los organismos de justicia rusos en la Flota ubicada en territorio de Ucrania.

Nos proponemos seguir dedicándonos detalladamente a ello confiando en el enfoque flexible y constructivo de parte de Ucrania. Pues se trata de la gente, de la garantía de su vida normal y la posibilidad de realizar en plena, medida sus derechos civiles.

Pregunta: їQué fue lo más difícil en las negociaciones?

Respuesta: Para el día de hoy, sin duda, la más difícil es la situación relativa a las instalaciones hidrográficas de la Flota del Mar Negro en territorio de Ucrania. Durante el enero de este año se registró en torno a esas instalaciones unas 20 acciones diversas inamistosas para nuestros marineros, que no sólo dificultaban el funcionamiento normal del sistema importante para garantizar la navegación sino que podían provocar incidentes con efectos poco predecibles. Y el que la dirección del Puerto Marítimo de Yalta, donde se encuentra la instalación hidrográfica de la Flota del Mar Negro, el Faro de Yalta, no deja entrar en el territorio del Puerto al personal de la instalación, es un acontecimiento que se sale de la regla.

Se sabe que en 1997 el problema del sistema hidrográfico de navegación fue resuelto por principio pero, lamentablemente, sin detalles definitivos. Cuando se repartía la Flota del Mar Negro de la URSS, la parte principal del sistema de navegación correspondió a Ucrania. A la Flota del Mar Negro rusa le correspondieron las instalaciones que aseguraban la navegación en el tramo entre el cabo de Tarjún-kut y el cabo de Ayu-Dag, es decir a lo largo de unos 260 km de la costa de Crimea. Además, se acordó que la repartición definitiva de las instalaciones de navegación, el procedimiento del ajuste de cuentas por su utilización como también el mecanismo de la garantía de la seguridad para la navegación en los mares Negro y de Azov se determinarían en uno o varios acuerdos aparte.

En el momento de la suscripción no hubo objeciones algunas de la parte ucraniana. Más aún, en 1998 las partes estaban por firmar el acuerdo correspondiente. La parte ucraniana dio su visto bueno para la suscripción del proyecto redactado en común, pero luego cambió la postura exigiendo que se le pasaran todas las instalaciones a la vez. Las negociaciones resultaron en un callejón sin salida, y la parte ucraniana comenzó a atenerse al rumbo a la sustracción de las instalaciones de navegación de la Flota a través de su propio sistema judicial y los organismos del poder ejecutivo, y desde el punto de vista del Derecho Internacional esto no es correcto.

Se debe eliminar las discrepancias mediante las negociaciones (máxime porque en los Convenios Básicos está previsto para ello un mecanismo pertinente), y no mediante pasos unilaterales, tal como lo intentan hacer nuestros socios ucranianos.

Lo dijimos en las negociaciones con toda la sinceridad confirmando la disposición para volver a las negociaciones a fin de redactar el acuerdo correspondiente. Estamos convencidos de que, de haberse buena voluntad, e factible hallar soluciones que respondan tanto a los intereses de la Flota del Mar Negro como a los compromisos internacionales asumidos por Ucrania.

Claro que no pudimos dejar de regresar al tema de las "acciones de protesta" persistentes en torno a los faros de la Flota del Mar Negro, máxime porque literalmente en la víspera de la reunión de la Subcomisión había tenido lugar un incidente poco agradable en la zona del Faro de Quersoneso. Indistintamente de las intenciones de los participantes de esas acciones, deben comprender que se trata de instalaciones militares, o sea de instalaciones de peligro elevado. Al igual que también deben comprender su responsabilidad quienes incitan a que los jóvenes den pasos no pensados.

Pregunta: їCuáles son, entonces, los resultados prácticos de las negociaciones?

Respuesta: Primero, en las discusiones sinceras como si despejáramos el territorio para avanzar y actualmente comprendemos mejor dónde estamos y qué hay que hacer.

Segundo, acordamos instituir cinco grupos de trabajo que se dedicarán a la elaboración de recomendaciones prácticas para las direcciones distintas: el inventario de los terrenos y el patrimonio de Ucrania cedido en usufructo a la Flota del Mar Negro de la Federación de Rusia; la garantía de la seguridad de la navegación con ayuda de las instalaciones hidrográficas; las cuestiones político-militares; la seguridad ecológica y la protección del entorno; y la jurisdicción y los aspectos jurídicos del funcionamiento de las formaciones de la Flota del Mar Negro.

Se trata de la activación considerable del proceso de negociaciones. Los grupos de trabajo deberán estar formados ya en los próximos días para comenzar el trabajo práctico en marzo.

La próxima reunión de la Subcomisión se celebrará en abril de 2006 en Moscú.

Pregunta: їCon qué sentimientos partía usted de Kíev? їDe optimismo o de pesimismo?

Respuesta: En general, con la fe en que pasaremos este camino junto con los colegas ucranianos.

Nuestra Flota del Mar Negro no ha arribado a Sebastopol como un extranjero, nació allí y atravesó por un camino heroico y, por consiguiente, merece condiciones dignas.

Hay que hacer todos los esfuerzos para lograrlo.

17 de febrero de 2006


Falsche Datumsangaben
Zusätzliche Such-Tools