Excerpta de la rueda informativa ofrecida por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, Moscú, 15 de diciembre de 2022
Crisis actual en Ucrania
Hemos tomado nota de un nuevo llamado hecho a través de televisión por Vladímir Zelenski el pasado 12 de diciembre. Y centró nuestra atención por su novedad o profundidad, sino por su esencia criminal y la falta de principios. Esta vez, se dirigió a los líderes del G7 con el "pedido" de que constinuasen prestando apoyo al régimen neonazi en Kiev en su confrontación con Rusia.
Como ya hemos entendido, esta "persona creativa" es incapaz de producir nada nuevo. Exigió a los patrocinadores del régimen de Kiev que proporcionasen la ayuda militar y financiera adicional, exigió a Rusia que comenzase la retirada de las tropas del "territorio de Ucrania internacionalmente reconocido" ya hasta la Navidad, y exigió a todo el mundo que convocasen una Cumbre global sobre la implementación de la "fórmula de paz" de Vladímir Zelenski que no tienen nada que ver con la realidad. Cuando se les preguntó oficialmente a los representantes del círculo más próximo de Vladímir Zelenski qué le había ocurrido, respondieron que "está cansado". Esto se ve a simple vista.
Tales iniciativas seudo pacíficas se disimulan con las declaraciones de fidelidad a los métodos diplomáticos de arreglo. Todo esto pone de relieve que está realmente "cansado" y desgastado. A juzgar por todo, en Kiev no piensan de finalizar la guerra. La tarea principal del régimen sigue siendo conseguir la victoria "en el campo de batalla", para que en sus fantasías se necesitan más armas. Las negociaciones con Rusia no están previstas en sus planes. Además, están prohibidas a nivel legislativo. Así es un plan "pacífico" tan sencillo.
Al responder a las respectivas preguntas y dar explicaciones, nuestro país enfatizó en reiteradas ocasiones que no fue Moscú que suspendió las negociaciones en abril de 2022, sino el régimen de Kiev. Así las cosas, el régimen de Kiev y el "cansado" Vladímir Zelenski son responsables de renunciar a la diplomacia como método. Las nuevas realidades forman una nueva imagen. Posteriormente les será más difícil alcanzar algunos acuerdos, como declararon repetidamente los líderes rusos. Parece que las personas en Kiev están realmente cansadas. No cabe esperar de ellos algunas acciones adecuadas.
Se sabe bien también que las Fuerzas Armadas de Ucrania emplean métodos ce combate prohibidos y Kiev viola el Derecho Humanitario Internacional (aunque Occidente trata de desestimarlo). Las unidades armadas ucranianas que se están convirtiendo cada vez más en un Ejército mercenario continúan bombardeando ciudades y poblados en el territorio fronterizo de Rusia, como resultado de lo cual se multiplica el número de civiles muertos y heridos y se destruye la infraestructura civil. Los habitantes de Donbás, provincias de Jersón, Zaporiya, Belgorod, Briansk y Kursk sufren.
Los ataques más bárbaros se asestan contra los barrios residenciales de Donetsk. Lo saben bien en la ONU (aunque no hablan frecuentemente de eso). Mantienen contacto con representantes de dos organizaciones humanitarias no gubernamentales locales que siguen funcionando en la ciudad. En particular, el portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, compartió esta información el pasado 8 de diciembre_ durante una reunión informativa en Nueva York.
Lo único de qué pedimos con insistencia a la Secretaría de las Naciones Unidas es ser objetivos. Quisiéramos que se preste tanta atención al apoyo de la objetividad (no de Moscú), como se preste al apoyo del régimen de Kiev. Insistimos en eso. La cuestión de qué goza de apoyo de la Secretaría de la ONU no debe dar lugar a dudas. Permítanme recordar que la tarea de la Secretaría es mantener la objetividad para evaluar la situación. Para ello cuenta con las respectivas herramientas y mecanismos de la actividad. No es de incumbencia de la Secretaría ponerse de lado de alquien.
El pasado 12 de diciembre, los saboteadores ucranianos explotaron los pilares del puente en los suburbios de Melitopol. El 13 de diciembre se asestó un ataque con misiles contra la ciudad de Klintsi de la región de Briansk, a distancia de unos 50 kilómetros de la frontera con la provincia de Chernigov de Ucrania.
Tales acciones del régimen de Kiev se llevan a cabo con connivencia de EEUU que participa directamente en el apuntamiento de los sistemas de artillería y de misiles, proporciona a las Fuerzas Armadas de Ucrania la información de inteligencia obtenida de satélites. Los periodistas estadounidenses escriben abiertamente que "el Pentágono ha dado luz verde a los ataques con aviones no tripulados contra el territorio ruso". Alentados por este apoyo, los políticos ucranianos ya declaran su intención de atacar la infraestructura crítica de la provincia de Moscú. Washington, que de hecho ha pasado a ser parte del conflicto en Ucrania, no podrá eludir la implicación en el terror desatado por Kiev contra la población civil de Rusia. Tampoco podrá evadir la responsabilidad por las muertes y destrucciones causadas por las armas estadounidenses apuntadas, según la información de EEUU. Algo similar ocurrió en la década de los 1990. Recordamos perfectamente de dónde llegaron las armas, el dinero, el apoyo político, informativo, moral y psicológico a los militantes y terroristas en el Cáucaso Norte. Recordamos dónde estuvieron los centros de toma de decisiones. Las personas infilitradas en la región del Cáucaso Norte que reclutaron a la población local a sus filas, no fueron entrenadas, preparadas y patrocinadas en nuestro país. Todo vino del exterior. La historia de aquella terrible guerra contra el terrorismo internacional en que Rusia tuvo que participar por primera vez fue escrita hace mucho tiempo y todos los hechos fueron registrados. ¿Quiere EEUU que la historia repita? Valdría la pena responder a esta pregunta. ¿No sacaron conclusiones después de que el juego con manos extranjeras de Occidente en nuestro territorio finalizó con la derrota total del terrorismo internacional?
Los neonazis ucranianos continúan minando despiadadamente a distancia los asentamientos rusos con minas antipersonal prohibidas. En el comunicado de prensa del pasado 3 de diciembre, el Comité Internacional de la Cruz Roja finalmente se atrevió a declarar en público sobre las consecuencias de las acciones de las FF.AA. ucranianas para los habitantes de Donbás. Comprobó la amenaza para la población civil que generaban las municiones no detonadas, así como bombas múltiples que se usaban ampliamente por el régimen kievita a partir del pasado febrero.
Occidente no para de nutrir Ucrania de armas. El líder e inspirador principal de esta carrera armamentista es Washington. Según los datos de varias fuentes, a partir del pasado febrero, EEUU ha suministrado al régimen kievita armas, incluida artillería pesada y sistemas de lanzamisiles múltiples, por un monto de 21.5 mil millones de dólares.
Haciendo ilusión al sector militar-industrial estadounidense, EEUU no va a detenerse ahí. Hace un rato, el Pentágono asignó unos 800 millones de dólares más a las “necesidades de defensa” de las FF.AA. ucranianas. El pasado 9 de diciembre, la Casa Blanca informó sobre el envío a Ucrania de otro paquete de asistencia, representado por municiones adicionales para los sistemas de lanzamisiles múltiples HIMARS, 80 mil proyectiles de artillería, equipamiento para la lucha contra aviones no tripulados y fortalecimiento de la defensa aérea. La suma de todo alcanza 275 millones de dólares.
Lo interesante es que la escala con la que las FF.AA. ucranianas gastan las municiones suministradas de EEUU asombra incluso a los especialistas estadounidenses. Señalan que en términos de este indicador los ucranianos “baten récords”. Conforme a la información de la compañía Lockheed Martin, en casi 10 meses del conflicto, fue gastada la reserva de misiles, destinada al uso durante 13 años. Y Vladímir Zelenski no siente pena por nadie de los suyos. Le dan igual. Solo para la pública se llama a sí mismo el “ciudadano de Ucrania” y lleva camisas campesinas rusas en vez de camisas bordadas, realice algunos rituales en iglesias, y en la realidad no toma parte en la cultura ni ámbito espiritual de este país y pueblo. Lo entendemos perfectamente a juzgar por las acciones ilegítimas despiadadas que comete, encontrándose, como se dice en su alrededor, en un estado de fatiga. Todo lo que pasa desde la perspectiva de la lógica del régimen kievita no es el límite. No sienten pena por los suyos – ni por nadie. Solo tienen miedo por sí mismos, los en búnkers, los que se han escondido en la calle Bánkovaia. Todos los restos (según la lógica de Zelenski) deben ser prescindibles.
A juzgar por todo, no es el límite. El pasado 13 de diciembre, fue anunciada la intención de EEUU de conceder a Ucrania una batería de la defensa contracohetes Patriot. Antes, muchos expertos, incluidos los del otro lado del océano, dudaban la razonabilidad de ese paso que conllevaba la escalada del conflicto y aumentaba el riesgo del involucramiento directo del Ejército estadounidense en las hostilidades. Como se dice: disfruta al máximo. Más bien que se disfrutan a expensas de las vidas de otros. Si miramos la vida del mismo Zelenski, veremos que sus intereses financieros y ambiciones han sido dirigidos a cosas múltiples. ¿Es verdad que representa efectivamente las esperanzas del pueblo ucraniano? Claro, no. Dónde le pagan, allí actúa.
Washington sigue obligando a obedecer otros países de la OTAN, exigiendo que hagan aportaciones más significativas en la militarización de Ucrania. El pasado 30 de noviembre, en Bucarest, en la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la unión, el Secretario de Estado Blinken señaló que el volumen de la asistencia militar a Kiev por parte de los aliados y socios de la OTAN excedió 40 mil millones de dólares en 10 meses. Eso es compatible con el presupuesto militar de Francia para el año 2022.
En Europa, siguen servilmente las órdenes de Washington. Uno de estos días, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, informó que el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, por medio del cual se suministran armas a Ucrania, sería aumentado adicionalmente en 3.5 mil millones de euros. El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, sostuvo que el mejor medio de alcanzar la paz sostenible y duradera en Ucrania fue brindarla apoyo militar. Es tan lógico. Como si pocas personas hayan muerto allí.
Quisiéramos recordar que todas las armas suministradas por Occidente a Ucrania constituyen un objetivo militar legítimo para las Fuerzas Armadas de Rusia y serán destruidos o tomados. Lo hemos mencionado muchas veces.
No es un secreto que las armas enviadas a Ucrania por los países occidentales siempre se fugan a mercados negros. El pasado 9 de diciembre, en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, la Secretaria General Adjunta y Alta Representante para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, destacó los riesgos de la fuga, propagación y desviación de las armas, enviadas en el contexto del conflicto a Ucrania.
En los últimos meses, eso se convirtió en un tema de conversaciones precisamente en los países de la UE, registrando casos de su llegada a sus territorios.
Hemos prestado nuestra atención a otra conferencia de los “donantes” de Ucrania, celebrada el 13 de diciembre de 2022 en Paris. Vino allí con la mano extendida la delegación de Kiev, encabezada por el primer ministro Denís Shmigal. Como resultado, fue anunciada otra recaudación de millones y establecimiento de algún mecanismo especial dentro de la UE para la asistencia financiera y la de otros tipos a Ucrania. Según la jefa de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, a partir de 2014, la UE ha asignado a los dirigentes ucranianos más de 90 mil millones de euros. El resultado es obvio – el nivel de democracia está por las nubes. El crecimiento de la economía y la solución de todos los programas humanitarios – todo está cumplido. Piensen mejor en eso, 90 mil millones de euros se han desaparecido en este agujero negro llamado “el régimen kievita y sus experimentos”. Quiero decir que los representantes de la sociedad de EEUU plantean la pregunta en cuanto al inicio de la auditoría eficaz y verdadera de los fondos, presuntamente enviados al régimen kievita. ¿Y alguien comprobará los 90 mil millones de euros? ¿Cómo fueron usados y adónde fueron transferidos? ¿Qué fue hecho con ese dinero?
La asistencia al régimen kievita resulta muy costosa para los contribuyentes europeos, porque este dinero va no a la solución de problemas, sino su creación, lo que exige aún más dinero. Es un carrusel aterrador, sangriento y financiero de la transferencia de dinero de los bolsillos occidentales a los occidentales de nuevo, pero con el tránsito a través de Ucrania. En consecuencia, mueren miles de personas.
En lo que se refiere a la reacción de los mismos europeos. Vemos qué emociones, y unas obviamente no positivas, genera todo eso. Especialmente a la luz de los problemas sociales y económicos agudizándose en los países de Europa.
A pesar de estos esfuerzos, todos los intentos de EEUU, sus aliados de la OTAN y los países de la Unión Europea de respaldar el régimen kievita neonazi y aplazar máximamente las hostilidades están condenados a fracasar. Es mejor entender lo más pronto posible, que tarde. Por desgracia, no siempre se entiende a posteriori. Pero no podrán afirmar que no les hemos advertido.
Secretario General Adjunto de la ONU, Martin Griffiths, visita a Jersón
Según los medios de comunicación, a partir del 12 de diciembre, el Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths, planea visitar varias zonas de Ucrania, así como Jersón. Tiene intención de terminar su viaje en Kiev para dar cuenta de lo que ha visto a los representantes del régimen de Kiev.
Valoramos los esfuerzos humanitarios de la ONU en diferentes regiones y países del mundo. Sin embargo, parece que en este caso no se trata de la noble tarea de ayudar a los necesitados, sino de la aspiración de altos representantes de la Secretaría de la ONU a politizar la actividad humanitaria y especular sobre el sufrimiento de los civiles, cumpliendo el encargo político de Kiev.
La visita de Martin Griffiths a la ciudad rusa de Jersón y a la provincia, cuyos habitantes votaron en referéndum a favor de unirse a la Federación de Rusia, es deliberadamente provocadora y, por tanto, inaceptable. El Secretario General de la ONU debe poner fin a tales acciones de su personal del bloque humanitario y exigirles que cumplan con las obligaciones de la Secretaría en virtud del Memorando entre Rusia y la ONU del 22 de julio pasado para poner fin a los intentos de Occidente y del régimen de Kiev de seguir impidiendo la exportación de cereales y fertilizantes rusos, incluidos las donaciones a los países más pobres de África, en lugar de realizar tales visitas provocadoras.
Actitud de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en relación con las evaluaciones de los acontecimientos en Ucrania
No podemos por menos de reaccionar a la actitud preconcebida del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, y de la Oficina que dirige en relación con las evaluaciones de los acontecimientos en Ucrania.
En este contexto, es reveladora la postura adoptada por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en relación con el vídeo del fusilamiento de prisioneros de guerra rusos por las fuerzas de seguridad del régimen de Kiev en Makéievka en noviembre pasado.
La autenticidad del vídeo y su amplia difusión en Internet, así como su cobertura en los medios de comunicación occidentales, impidieron al Alto Comisionado silenciar las atrocidades de los nazis ucranianos. Sin embargo, no hubo una condena dura y basada en principios de las acciones de los verdugos ucranianos por parte de Volker Turk. Se preguntarán: ¿cómo es posible?
En su declaración, demostró su dominio de la evasión al desviar deliberadamente la atención de las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas de Ucrania. Se declaró “conmocionado” por el “sufrimiento de los ucranianos” debido a los daños causados a las infraestructuras críticas de Ucrania. En este contexto, la reacción ante el asesinato premeditado de los militares rusos que depusieron las armas parece mucho más contenida.
Volker Turk también abordó la cuestión del trato a los prisioneros de guerra durante una rueda informativa tras a su visita a Ucrania del 4 a 7 de diciembre. De nuevo sin referirse a nadie en particular, el Alto Comisionado se pronunció de forma neutral a favor de un trato humano a los prisioneros de guerra y pidió que se abandonara la práctica de perseguirlos por su participación en las hostilidades.
Esta es una postura que vemos todo el tiempo. Todo lo que se dice a favor del régimen de Kiev es articulado muy claramente por la Secretaría de la ONU, los representantes del Secretario General y sus adjuntos: nada se llama por su nombre y todo tiene un tinte emocional. Todo lo que se diga debe dar fe de la objetividad de la Secretaría. Esa es su tarea inmediata. Sin embargo, todo se reduce a lo mismo. Supuestamente, los representantes de la Secretaría General de la ONU y los representantes del Secretario General y sus adjuntos no disponen de información precisa, y no es de su competencia evaluar tales acciones. Dicen que se están recogiendo datos y que sólo después se podrá hacer una evaluación. Se hace todo lo posible por eludir los comentarios concretos, las declaraciones y la evaluación de la situación. Es inaceptable. El Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se lo ha comunicado en repetidas ocasiones al Secretario General de la ONU, António Guterres, tanto en persona como por teléfono. Hemos enviado los mensajes pertinentes a través de nuestra Misión Permanente ante la ONU.
Nuestros materiales detallados sobre las atrocidades de los militares ucranianos, enviados regularmente a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), no han conseguido animar a Volker Türk a evaluar esta tragedia con imparcialidad. Tiene todos los materiales. Solo hay que procesarlos y responder como corresponde. Por favor, encárguese de sus responsabilidades funcionales directas.
No podemos sino comentar la declaración de Volker Türk después de su visita a Ucrania. El texto del comunicado de prensa tiene un claro matiz emocional y está lleno de lenguaje e imágenes expresivas. Es un texto «artístico». El Alto Comisionado retrata con anchas pinceladas la situación en Bucha e Izium después de la retirada del ejército ruso. Volker Türk se centra en los crímenes de guerra, las ejecuciones extrajudiciales, las torturas, las detenciones arbitrarias y la violencia sexual como métodos de guerra, sin presentar ni un solo hecho ni evidencia. Al mismo tiempo, se hace referencia al informe antirruso publicado recientemente por la Oficina para las Masacres de Civiles en las provincias ucranianas de Kiev, Chernígov y Sumy (ya lo hemos comentado).
Es obvio que el estilo de la declaración no fue elegido por casualidad y está destinado a reforzar en la mente de la comunidad internacional la narrativa promovida por Occidente de blanquear la escuela ucraniana de pensamiento neonazi y hacer recaer toda la responsabilidad de lo que está sucediendo en Ucrania a Rusia.
Resulta que las declaraciones firmes del Alto Comisionado al asumir el cargo sobre el compromiso con los principios de objetividad, imparcialidad e independencia en el desempeño de sus actividades han sido olvidadas, por no decir pisoteadas. De mantenerse esta tendencia, la comunidad internacional perderá inevitablemente la confianza hacia el instituto del Alto Comisionado y su Oficina. Esto, a su vez, debilitará considerablemente el alcance de la cooperación internacional en el ámbito de los Derechos Humanos.
Respuestas a algunas preguntas:
Pregunta: El otro día, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que los países de la UE no lograron acordar el nuevo paquete de sanciones antirrusas. En su opinión, ¿es esto una señal de que varios Estados de la Unión Europea están cansados de la política de sanciones contra Rusia impuesta por Bruselas?
Respuesta: La verdad es que a los países de la Unión Europea les resulta cada vez más difícil justificar a sus propios ciudadanos el hecho de que continúan la política de restricciones unilaterales. No hay nada que explicar, y tampoco se puede decir que alguien tiene la culpa de algo. No pueden salir de este estancamiento. Cada vez más habitantes de los Estados europeos sienten las consecuencias de estas sanciones ilegítimas desde el punto de vista del Derecho Internacional y destructivas para ellos mismos, sus regímenes y sus gobiernos. Todo lo que la UE ha adoptado antes, esperando «destruir la economía rusa», ha resultado en el efecto bumerán: ha aumentado la inflación, han empezado las crisis alimentaria y de energía en la propia Unión Europea.
Las élites políticas de los países de la UE tienen toda la responsabilidad. Al mismo tiempo, pretenden no pensar en las consecuencias. No les importan los problemas de su propia población. Lo principal es asegurar que la campaña antirrusa continúe. ¿A qué precio? Al parecer, no tienen la oportunidad de hacerse esta pregunta y reconsiderar la situación. Es necesario seguir el ejemplo de Washington y Londres (la notoria «disciplina de bloque») y suprimir cualquier voz del sentido común sobre el carácter perjudicial de tal política para los intereses de Europa. Veamos a dónde lleva todo esto.
Pregunta: En varias entrevistas recientes con medios de comunicación occidentales, el Presidente francés señaló que había desempeñado un papel importante en la organización de la misión del OIEA a la central nuclear de Zaporiyia. ¿Qué opina de esta declaración del líder francés?
Respuesta: Las declaraciones de Macron son otra historia.
En primer lugar, me gustaría centrarme en la postura y los pasos concretos de nuestro país. No puedo hablar de todos los aspectos del meticuloso trabajo realizado por los diplomáticos rusos, todos los expertos y negociadores rusos que participan directamente en la discusión de la situación en torno a la central nuclear de Zaporiyia. En efecto, hemos planteado repetidamente y de forma bastante explícita ante la comunidad mundial la cuestión de la responsabilidad del régimen de Kiev y de los países occidentales, incluida la propia Francia, que le suministran sistemas de artillería y misiles, por el constante bombardeo del emplazamiento de la central nuclear, que plantea una catástrofe de escala planetaria provocada por el hombre. Hablamos de esto en cada rueda informativa.
En repetidas ocasiones al más alto nivel, incluso durante las conversaciones telefónicas entre el presidente ruso Vladímir Putin y el presidente francés Emmanuel Macron, hemos explicado que el junio coordinamos una visita de especialistas del OIEA a la central nuclear por iniciativa nuestra. Sin embargo, en el último momento, como resultado de una lucha sin escrúpulos entre bastidores que tiene poco que ver con la preocupación por la seguridad pública, la visita resultó desbaratada.
El Presidente francés Macron lo sabe muy bien todo esto. Nos vemos obligados a leer todas las declaraciones relativas a la seguridad internacional. Por supuesto, prestamos atención también a sus intentos de glorificar el papel de Francia y el suyo propio en la situación en torno a la central nuclear. La verdad es que Francia no tuvo ninguna influencia particular en la organización de la visita de la misión del OIEA que acordamos a principios de verano. Como dijo el gran compatriota del Presidente francés Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais, fingir no saber lo que todo el mundo sabe es la naturaleza de la política. En cuanto a las palabras de Macron sobre su disposición a "inmiscuirse con moderación para proteger la central nuclear", realmente requieren una decodificación, porque pueden tener muchas interpretaciones. Queremos advertir a cualquiera que desee interferir en la operación militar especial en Ucrania de las gravísimas consecuencias de un paso tan irresponsable y extremadamente peligroso. Si se trata de amenaza a una instalación nuclear, no deberíamos reiterar todos los peligros de una acción tan improvisada.
Hemos subrayado en repetidas ocasiones que los posibles parámetros de la declaración sobre la creación de una zona de seguridad nuclear en la central nuclear de Zaporiyia se discuten exclusivamente a través de contactos directos con la Secretaría del OIEA y con el Director General del OIEA, Rafael Grossi. No necesitamos intermediarios para ello. Francia no participa en este proceso.
En el contexto de las continuas entregas de armas francesas a Kiev, las declaraciones procedentes de París son claramente discordantes, a veces en contradicción directa con sus propias acciones. Si los colegas franceses estuvieran realmente preocupados por la seguridad de la central nuclear, Francia, como potencia nuclear responsable, debería haber sido la primera en pedir a Kiev, al régimen de Kiev y a Vladímir Zelenski que dejaran de bombardear esta instalación. En cambio, los franceses, aparentemente inspirados en otras consideraciones, aprovechan cualquier oportunidad para publicitar sus "esfuerzos" por normalizar la situación. Es una cosa bastante irresponsable con el telón de fondo de las nefastas consecuencias a las que podrían llevar las actividades criminales del régimen de Kiev en torno a la central nuclear. Hemos hablado de ello repetidamente en todas las variaciones.
Pregunta: Un funcionario estadounidense de alto rango, a cargo de los asuntos de APEC, M.Murray, dijo en una rueda de prensa en Singapur que, como "buenos administradores de APEC", EEUU invitará a Rusia, que es miembro del bloque de los 21 países, al foro de APEC en 2023. Mientras que en abril la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, dijo que Rusia debería ser excluida del G20 y que EEUU boicotearía "toda las reuniones del G20", si en ellas estuvieran presentes representantes rusos. ¿Cómo evalúa Usted tales declaraciones por parte de EEUU?
Respuesta: Observamos muchas declaraciones de este tipo. Son tan contradictorias y entran en disonancia con otras afirmaciones, hechas por ellos. Hemos dicho más de una vez, que nos basamos en las acciones, pasos y actos concretos. Es fácil extraviarse por las declaraciones del Occidente colectivo y Washington aisladas o combinadas. Se contradicen. Además, sabemos que ellos nunca cumplen su palabra. Todo está claro, la confianza está absolutamente perdida. ¿A quién creer? Veremos algunos casos concretos.
En cuanto a APEC, las reuniones de apertura con la presidencia estadounidense del Foro, realizadas del 7 al 9 del pasado diciembre en Honolulu a nivel de altos representantes, se llevaron a cabo, como se diría en los viejos tiempos, en una atmósfera constructiva y profesional. Todos los participantes estuvieron enfocados en la agenda de esta plataforma. Creemos que precisamente así deben funcionar los mecanismos multilaterales, si están orientados a lograr resultados prácticos y no objetivos politizados por terceros.
En cuanto al tema de excluir a Rusia (u otro país) de cualquier organismo, en particular del G20, por razones políticas, es un planteamiento absurdo de la cuestión.
Los días, en que los estadounidenses llevan la batuta en todo, quedaron atrás. Todavía intentan hacerlo, pero no se dan cuenta de que ya no tienen orquesta. El mundo se está convirtiendo rápidamente en un sistema verdaderamente policéntrico, con "voces" independientes y autónomas de los países que no entran en el "perímetro occidental".
En este contexto, las pretensiones de Estados Unidos y sus satélites de imponer su punto de vista a la comunidad mundial no tienen fundamentos razonables. En general, EEUU no debería sacudir la base del G20 (como sacudieron las plataformas del G8 y el G7) con discursos políticos, que al final llevaron al colapso de la economía mundial en 2008. Esto no es solo una frase, un cliché o un término, es el destino de cientos de millones de personas que se han convertido en víctimas de la "economía fuerte" estadounidense, pero, de hecho, de aquella parte de ella que se llama "especulativa", infundada y no apoyada por nada en el sector real. Para sacar a EUU del atolladero de la crisis financiera, que se desató en el país (casi a escala de la Gran Depresión), y para evitar que el mundo entero se deslice hacia ese abismo, se creó el G20. Ahora nadie lo recuerda y no quiere recordar. Todos creen que solo fue una extensión de los formatos G7 y G8. No, no fue una extensión. Fue la situación de crisis, cuando era necesario consolidar todos los esfuerzos, económicos y financieros en primer lugar. No, no fueron solo declaraciones políticas. Todos querían dinero. Los países participaron financieramente y con otras contribuciones, a través de encadenamientos empresariales, para devolver cierta estabilidad económica al mundo. Y para eso se creó todo.
Si no fuera por la consolidación de los esfuerzos de todas las economías líderes para ayudar a Washington, todavía podríamos cosechar los frutos de los errores y faltas de cálculo estadounidenses. Nunca se arrepintieron de esto ni se disculparon con nadie. Es necesario plantear la pregunta no solo sobre las disculpas o el arrepentimiento (aunque sobre esto también), sino sobre el plano práctico, sobre la compensación por parte de Washington por todo lo que hicieron con la economía mundial en 2008. Así que sería bueno que ellos no lo olvidaran, cuando desarrollen las próximas "ofertas" y "promesas".
Quiero recordarles, que en aquel momento ellos, junto con la UE, se fueron abajo prácticamente. Mientras que el mundo entero los apoyó, sin hacérseles ninguna amonestación, actuando como socio, solidariamente, en forma normal. Pero los estadounidenses, como sabemos ahora, no entienden el lenguaje normal. Ahora necesitan evaluar la situación de manera realista, dado que están atados a la Unión Europea, para no volver a sumergirse en el abismo de la recesión. Por ejemplo, pueden evitar usar esta palabra en las sesiones informativas de la Casa Blanca. La tecnología ha sido elaborada. Pero una recesión es una recesión. Podemos no hablar de ella, pero de todos modos sigue presente allí.
Antes de que sea demasiado tarde, es importante sacar las lecciones necesarias de la inútil presión con sanciones sobre Rusia, mostrar la voluntad política y comenzar a restaurar, en particular, las cadenas de suministro globales, abandonando las prácticas dañinas del proteccionismo y la competencia desleal.
La postura de Rusia en foros internacionales, como el G20, no depende de los caprichos de tales "estrategas" en Washington. La demanda de cooperación con nuestro país en el ámbito internacional sigue siendo colosal. En los "veinte" se siente especialmente. Apoyaremos este enfoque constructivo de la "mayoría global" en los marcos de este foro, convirtiéndolo en acuerdos de peso en aras del desarrollo sostenible, progresivo e inclusivo. En algún momento, Washington tendrá que responder a la pregunta: ¿creen en la democracia, la reconocen? ¿Son ellos mismos una democracia? Si es así, pues la democracia no termina en las fronteras nacionales. La democracia, si la reconocen en Washington, también debería aplicarse a las relaciones internacionales. ¿Qué está diciendo la mayoría de los habitantes en el planeta Tierra? Ellos abogan por la cooperación con nuestro país, por la paz, el fin del derramamiento de sangre, el arreglo de la situación, la seguridad internacional y su arquitectura global. ¿Cuándo reconocerá Washington la voluntad de los pueblos ¿Cuándo estará de acuerdo con el poder de la mayoría? Esta es la pregunta.
Nuestro objetivo es hacer una contribución significativa a la realización de las tareas de la Presidencia india del G20 en 2023, y a la celebración exitosa de la cumbre de líderes el 9 y 10 de septiembre en Nueva Delhi. Esperamos que el lema de su presidencia, expresado por la parte india: "Un planeta, una familia y un futuro", ayude al Occidente colectivo a percibir adecuadamente el espíritu unificador de esta plataforma.